t¿Qué importancia tienen sus zapatos de trabajo en la prevención de la contaminación?

El material en el que se produce se presenta como la primera razón para elegir el calzado profesional en lugar de modelos fabricados en cuero o telas. Los zuecos de cuero o tela potencian la retención y propagación de bacterias y la consecuente contaminación del medio ambiente. Al contrario de los modelos fabricados en células cerradas de polímeros inyectados, se caracterizan por el efecto inverso, o sea, evitan la proliferación de bacterias.

Además de las ventajas de estos materiales de celda cerrada, se suman al hecho de que soportan temperaturas de lavado más altas, para una desinfección total.

En el caso de WOCK®, donde hay varios modelos producidos específicamente con polímeros técnicos de alta calidad, dándoles mayor durabilidad y seguridad.

En un entorno médico-hospitalario, hay dos realidades, la sala de operaciones, en la que se reconocen los riesgos de infección y el uso de calzado esterilizable es obligatorio, y fuera del quirófano, donde se permiten diferentes prácticas según cada institución.

Varios estudios han señalado que el calzado es una de las principales razones para la contaminación de los usuarios en el contexto hospitalario, enfatizando la importancia de usar calzado apropiado y preventivo con respecto a la proliferación de infecciones, al tiempo que refuerza todas las otras buenas prácticas implementadas.

El calzado profesional utilizado en el lugar de trabajo se considera un EPI - Equipo de Protección Individual. Los EPI’s están especialmente diseñados para proteger a los usuarios de posibles lesiones y contaminación en un contexto laboral, con el objetivo de reducir los riesgos a los que están expuestos los usuarios.

El calzado profesional WOCK es un EPI y está diseñado para la protección, comodidad y seguridad de sus usuarios, mientras que, debido a sus características, también protege a las personas de su entorno.

Debido a que se produce en materiales de celda cerrada, el calzado profesional es de fácil y elevada higienización, y se puede lavar a máquina hasta 90⁰ C y a 134⁰ C en un autoclave, dependiendo del polímero en el que se produce.

Se recomienda una limpieza frecuente a altas temperaturas.